Certificación energética
Eso de lo que todo el mundo habla.
Vencimos la barrera. Volvemos a nuestro blog 
para tratar un tema que nos toca de cerca. A TODOS. Y lo escribo en mayúsculas no por gusto, ni por romper las normas escritas de educación en entornos 2.0, sino porque realmente es algo que toca de cerca a todo ciudadano. Tanto a particulares como a profesionales.
Se empieza a oír en las noticias, lo podemos leer en algún periódico y poco a poco empieza a llegar a nuestras redes sociales en forma de anuncios: “Certificamos tu vivienda…”
Un movimiento cada vez más presente nos hace sentir la necesidad de dar a conocer en que consiste este término.
Eso que nadie sabe que es.
Un poco de referencia legislativa. La Unión Europea, en su afán de ir persiguiendo cada vez una Europa más eficiente (y bajo nuestro punto de vista, limpia) desarrolla a mitades de 2010 la Directiva 2010/31/UE de 19 de mayo que junto con el Real Decreto 235/2013 de 5 de abril del Gobierno Español, regula este término de Certificación.
Básicamente, y haciendo entendible los conceptos técnicos para todo el mundo, lo que estas Directivas y Reales Decretos persiguen es hacer ver a la sociedad que cada vez es más importante buscar y desarrollar edificios que consuman menos (con el consiguiente ahorro para las familias), sean mucho más confortables y mucho más “verdes” (limpios, con menos emisiones nocivas)
¿Y eso a mí me afecta?
Si. Rotundo.
Junto con ese deseo de conseguir ciudades mucho más limpias, y más energéticamente eficaces, existe también una obligación. Estas leyes nos marcan la obligación de tener un certificado de eficiencia energética para cada vivienda que se construya, se venda o se alquile a partir de la fecha que marca el RD. 1 de junio de 2013. Tranquilos. No es el fin del mundo.
Esta obligación hace que un futuro inquilino/comprador pueda conocer las características de la vivienda previamente a su alquiler o compra, y de esta manera elegir aquella que presenta mejores condiciones tanto económicas como confortables.
¿Y yo soy A,B,C,D…G?
Ahí es donde entramos los arquitectos. Gracias a una serie de programas de trabajo (Lider-Calener y CE3-CE3X, dependiendo del tipo de vivienda edificio a certificar) proporcionados por el IDAE hemos podido mecanizar la realización de certificaciones. Estos programas nos permiten realizar a través de una serie de modelados 3D y especificaciones técnicas de los materiales de construcción de la vivienda/edificio, obtener la certificación energética.
Además, para viviendas antiguas, apreciamos la incorporación del módulo de “Medidas de mejora” que permite realizar una simulación de posibles mejoras con una aproximación del tiempo de amortización, que el propietario puede implementar en su vivienda y de esta manera mejorar la calificación obtenida.
¿Una necesidad? ¿Una oportunidad? ¿Un nuevo coste para los propietarios? Son preguntas que cada uno deberá responderse. Nosotros abrimos este pequeño post informativo como ventana de una realidad que cada vez va a estar más presente.
Y hasta aquí, otro post. ¡Gracias por leernos! Nos vemos en próximas publicaciones
Links de referencia: http://bit.ly/directivaUE vía “IDAE” http://bit.ly/realdecretoES vía “IDAE” http://bit.ly/cert_ener vía “Levante EMV”Tags: 2.0, arquitectura, blog, certificación energética, enrique argente